Sugerencias Útiles
Quién se decida recorrer el Camino hacia Santiago de Compostela, deberá pensar que va a emprender una experiencia física y espiritual para la que conviene un mínimo de preparación previa.
Es importante que programe, en líneas generales el recorrido, para lo que puede auxiliarse de esta u otra de las numerosas guías que existen en el mercado o acuda a alguna de las asociaciones de amigos del camino, donde le informarán sobre las características físicas, históricas, etc. de los lugares que va a recorrer, ésto le ayudará a disfrutar más de su camino.
El equipo de viaje, deberá prepararlo con esmero. Decidir qué cosas son imprescindibles para no sobrecargar la mochila, que será compañera inseparable durante muchas horas. El peso puede llegar a ser un gran problema. Debe procurarse que, en ningún caso exceda de los 10 kgs. Las fijaciones en la cintura y el pecho y la correcta distribución de la carga, colocando los objetos más pesados en el fondo y lo más próximos posible a la espalda, ayudarán a que su transporte sea más fácil.
La ropa deberá ser la necesaria para cambiarse, pero no más. Normalmente serán suficientes dos juegos de cada pieza. Disponer de una pequeña bolsa con un poco de detergente, permitirá su limpieza al final de cada jornada.
Para caminar es muy cómodo utilizar pantalón corto, pero conviene llevar siempre a mano uno largo que pueda ponerse sin quitar las botas, y una prenda de abrigo, jersey o chaqueta para protegerse en las paradas. No puede olvidar un chubasquero o capa, con la que puede protegerse del agua incluso la mochila. Cuando se recorren los caminos norteños, donde suele abundar los días de lluvia, aunque no tanto como por tópico suele pensarse, hay quien va provisto de un pequeño paraguas plegable que le resulta cómodo. Un sombrero con que protegerse del sol, tampoco debe faltar.
Un accesorio muy útil, suele resultar una bolsa de plático con cordón para colgar del cuello, que permite llevar a mano documentación personal, guías, planos y una pequeña libreta en la que tomar notas.
Una parte muy importante del equipo es el calzado. Nunca será nuevo, debe de estar acomodado al pie en caminatas previas. Es necesario llevar más de un par. En verano pueden utilizarse zapatillas deportivas. Lo ideal es una bota ligera que sujete los tobillos. La alternancia entre estos dos tipos de calzado, dependiendo del clima y de las características del terreno, puede ser una buena solución.
Por regla general, vendrá bien el uso de calcetines deportivos finos, de algodón; a la hora de calzarlos, habrá de tener buen cuidado de que queden bien lisos y sin arrugas. Si se piensa utilizar los refugios de peregrino, habrá que disponer de un saco de dormir, que en verano no será necesario que sea muy grueso , así como de una esterilla. Conviene llevar un pequeño botiquín que contenga un desinfectante, gasa estéril, esparadrapo de tela, tiritas, una crema antiinflamatoria y otra de protección solar, puede completarse con un laxante y un antidiarreico, todo ello en muy pequeñas cantidades.
En cuanto a comida debe de llevarse siempre algo encima: chocolate, unos pocos de frutos secos y algún recipiente con agua. Para identificarse como peregrino, es recomendable llevar a la vista alguna señal, como puede ser la vieira o concha y el bordón, aunque el documento que acredita tal condición es la Credencial de Peregrino, que no debe olvidarse de obtener quien quiera hacer el Camino de Santiago a pie o en bicicleta.
Este documento tiene su origen en las cartas que desde los comienzos de la historia jacobea otorgaban los papas, obispos o reyes como salvoconducto a los que caminaban a Compostela. Puede obtenerse en las asociaciones de amigos del camino, cofradías, etc. del lugar donde se inicie el camino, previa la presentación de una carta o documento que identifique al solicitante. Para los que, por medio de la Credencial, justifiquen que han recorrido, por lo menos 100 kms. a pie o 200 kms. en bicicleta, la Catedral de Santiago, otorga la Compostela, que es el documento que reconoce que el peregrino ha alcanzado la meta y lo ha hecho «por causa piadosa».
ºPara el alojamiento, en el transcurso del camino, se encuentran los albergues de peregrinos, que normalmente son de utilización gratuita, aunque siempre admiten un donativo para colaborar a los gastos de mantenimiento y limpieza. Están pensados para pasar una sola noche, salvo caso de enfermedad o alguna otra causa de fuerza mayor y únicamente para los peregrinos de a pie o bicicleta, teniendo aquellos la preferencia. Si se utilizan estos establecimientos, debe cuidarse especialmente de dejar limpios y ordenados los lugares que se hayan utilizado y de respetar las horas de descanso de los demás compañeros que lo comparten.
No debe olvidarse la documentación personal: Documento Nacional de Identidad y cartilla de la Seguridad Social, además de la Credencial de Peregrino ya citada. No es conveniente llevar encima mucho dinero, es preferible utilizar alguna tarjeta de crédito y no olvidarse de mantener informada a la familia de la ruta que está recorriendo, de forma que pueda ser localizado en caso de urgencia.
Por fín, o quizás por principio, debe tomar conciencia el peregrino de que hacer el Camino de Santiago, es algo más que recorrer un itinerario turístico o deportivo, disfrutando de la naturaleza. Ciertamente es todo eso, pero peregrinar a Compostela, al uso tradicional, es mucho más. Es sentirse el eslabón actual de una gran cadena de hombres que desde tiempos muy antiguos y pisando los mismos camino, nos han precedido. Es tomar contacto con las raíces religiosas e históricas de Europa, recorriendo un camino de fe y personal transformación interior.