Vilouriz-Arzua

La etapa no es larga y el perfil tampoco es especialmente difícil. Comienza en bajada hasta Melide; a partir de aquí, cuando ya se anda por el Camino Francés, aunque los desniveles no son grandes, sí que son continuos. La ruta es un largo sube-baja para cruzar los numerosos arroyos que discurren perpendiculares al camino lo que puede hacer el trayecto un poco duro.

 

En cuanto al aprovisionamiento, ya circulamos muy cerca de la carretera nacional 547, por zona mucho más poblada en las que ya no tendremos las dificultades de las etapas anteriores.

 

Tras coronar la sierra do Careón, acabamos de entrar en la provincia de A Coruña. Tanto Vilouriz, donde la parroquia está dedicada a Santiago, como Vilamor ( San Estebo) pertenecen al término municipal de Toques.

 

En el lugar de A Ponte da Pedra, se cruza el pequeño río Furelos y más adelante se encuentra la aldea de Compostela.

 

            La villa de Melide es el punto de convergencia de dos de los más importantes caminos jacobeos: el Camino Francés y el Primitivo. Su lugar de unión es la plaza central de la villa, la llamada Praza do Convento, en la que se encuentra el edificio que  fue  hospital de peregrinos, hoy dedicado a museo, el convento de Sancti Spiritus, fundación de la Orden Tercera de San Francisco y el Ayuntamiento .

La capilla de San Roque conserva la portada románica que procede de la demolida iglesia parroquial de San Pedro. Junto a ella, un crucero del siglo XIV es, en opinión de Castelao, el más antiguo de Galicia.

 

            Siguiendo el camino, poco más adelante, la iglesia de Santa María de Melide, levantada en el siglo XII es una de las joyas del románico gallego.  En su interior destacan las pinturas murales que cubren totalmente su ábside semicircular.

Si el momento es propicio no hay que dejar de probar el “pulpo a feira” que aquí preparan de forma extraordinaria y los ricos “melindres”.

 

                            Hay que pasar primero las pequeñas aldeas de Carballal, Raiado, Parabispo yBoente, antes de comenzar a descender hacia el río del mismo nombre. Se encuentra continuaciónCastañeda, localidad en la que el Codex dice que estaban situados los hornos de cal que abastecían de este material las obras de la catedral santiaguesa, y en los que los peregrinos depositaban las piedras que habían cargado en Triacastela, para contribuir así a la construcción del templo.

 

Un viejo puente medieval, cuyo origen se remonta al siglo XII, facilita al peregrino el paso sobre el río Iso, poco antes de llegar a las casas de Ribadiso de Baixo.

            A la orilla del río se levantó el actual albergue, aprovechando las ruinas del viejo hospital de San Antonio, que estuvo gobernado por las Terciarias Franciscanas del Monasterio de Santa María da Pena de Santiago y en el año 1523 era administrado por la Cofradía de Plateros de Santiago.

Desde aquí restan unos tres kilómetros de camino, en subida, para alcanzar la villa de Arzúa, que cuenta con todo tipo de servicios para el peregrino.