Avilés-El Pito (Cudillero)

El perfil de esta etapa, como se refleja en el gráfico tiene bastantes altibajos, con numerosas subidas y bajadas que si no son muy largas, en algunos momentos sí que son bastante fuertes, lo que en el argot  de los caminantes conocemos como “rompepiernas”

           

La villa de Avilés, que recibió fueros hacia el año 1100, de Alfonso VI, confirmados en 1155 por Alfonso VII,  es la más antigua de las villas costeras asturianas por las que discurre el camino jacobeo de la costa.

            Fue fortificada en el siglo XIII y su situación  a la orilla de una amplia ría, determinó su antigua vocación marinera.

            En aquellos momentos un viejo puente de piedra salvaba el brazo de la ría que separaba el casco urbano del cercano pueblo de Sabugo, donde residían los pescadores.

            Conserva numerosos e importantes ejemplos de arquitectura civil y religiosa, y típicas calles soportaladas, que dan testimonio de la categoría que la villa alcanzó ya desde la Edad Media y de su desarrollo comercial, industrial y cultural en época moderna.

 

Para salir de Avilés, a partir de la parroquial de Santo Tomás de  Cantorbery o iglesia nueva de Sabugo, hay que seguir por la calle de La Cámara durante un corto trecho, hasta que girando a la izquierda se toma la Avda de Alemania que se recorre en toda su longitud hasta el alto de San Cristóbal

            Después de pasar el club de tenis, el camino comienza a descender, girando a la derecha y describiendo una amplia curva, casi en sentido contrario, hasta que cruza la carretera N632 y se dirige por la Avda de Raíces hacia el núcleo urbano de Salinas.

 

Ya se ha dejado atrás el término de Avilés para entrar en el vecino concejo de Catrillón. Muy cerca se encuentra el Peñón de Raíces, donde se levantaba el mítico castillo de Gauzón, en el que según la tradición se fabricó, por orden de Alfonso III, la Cruz de La Victoria.

            El camino se orienta de nuevo en dirección oeste a lo largo de la calle Dr. Fleming , después la de Ramón y Cajal y la Avda de San Martín, hacia la iglesia de San Martín de Laspra, cuya barroca torre domina el paisaje.

 

            Pasa después cerca del centro urbano de Piedras Blancas, la capital del concejo y se aproxima más adelante a la carretera N 632 y a la autovía, que quedan siempre a la izquierda del caminante, cerca de la rotonda de Vegarrozadas.

            Hay que cruzar a continuación la antigua carretera de acceso al aeropuerto de Asturias, para llegar a Santiago del Monte, una de las cerca de cincuenta parroquias que en Asturias están dedicadas al Apóstol, y en cuyo término parroquial se ubican las instalaciones aeroportuarias.

            Después de Santiago del Monte el camino discurría por sendas que dejaban al norte el pueblo deRanón, pero parece ser que las obras de la autovía al aeropuerto ha modificado el trazado por lo que es posible que haya que utilizar ahora la carretera local AS 318 que une las dos localidades y tras cruzar  Ranón, por la aldea de Riolavega, bajar hacia El Castillo, lugar situado en un pequeño promontorio que se adentra en la ría de San Esteban de Pravia, donde hubo primero un castro,  después un establecimiento romano de características no bien conocidas  y durante la Monarquía Asturiana se levantó el castillo de San Martín, una fortaleza levantada seguramente con la misión de rechazar las incursiones normandas y siguió siendo plaza fuerte a lo largo de la Edad Media.

            El muro almenado que rodea la colina fue levantado en el siglo XIX por Paz Blanco Infanzón, que heredó la propiedad a la muerte de su marido, el potentado Ricardo García Trelles.

            Ildefonso Fierro, el industrial que forjó un gran imperio económico a partir del comercio de carbón durante la Primera Guerra, adquirió la propiedad en el año 1919, y uno de sus hijos, Ignacio Fierro Viña, nacido en Oviedo en el año 1922, y fallecido en el año 2002, lo restauró y construyó en el recinto, durante los años noventa, lo que él quería que fuese su castillo-hogar, en la Asturias que nunca olvidó, a pesar de su larga residencia en el extranjero.

            Muy ceca se encontraba el embarcadero en el que se tomaban las pequeñas lanchas que, en dificultosa travesía, trasladaban a hombres y bestias hasta el embarcadero del Forno en la orilla opuesta,  ya en el concejo de Muros.

            Ahora el caminante ha de seguir río arriba el curso del Nalón, para buscar el puente de la carretera N632, por la que hay que andar algunos tramos, alternando con caminos que la evitan, para llegar a Muros del Nalón.

            La capital del concejo, ya aparece en documentos medievales, pero el origen del municipio data del año 1521, cuando se concede el Coto de Muros a Rodrigo de la Rúa. Su sucesor, Gutierre González de Cienfuegos, fue quien mandó construir el palacio de Valdecarzana, del que únicamente se conserva la portada de estilo plateresco. La iglesia parroquial de Santa María, es obra del siglo XVIII.

            En los primeros años del siglo XVII, ya existía en Muros un hospital de acogida y asistencia de peregrinos.

            Una vez dejado atrás Muros del Nalón el camino se cruza en un par de ocasiones con las vías del ferrocarril y muy pronto entra en el concejo de Cudillero, antes de llegar a El Pito, donde hoy finaliza la etapa.