Árzua-Arca

Esta etapa es de perfil más fácil que la anterior. El trazado continúa siguiendo el curso de la carretera N 547, con la que sigue coincidiendo y cruzándose en numerosas ocasiones, conformando un recorrido un tanto laberíntico a través de numerosas y minúsculas aldeas, con muchos caminos secundarios, que pueden desviarnos del bueno si no vamos atentos a la señalización, aunque hay que tener en cuenta que ya estamos en el Camino Francés, muy cerca de Santiago y seguro que encontraremos multitud de compañeros de fatigas, que buscan la misma meta.

 

Compostela; el final de nuestro viaje, ya empieza a presentirse muy cercano. Puede ser éste un buen momento para reflexionar un instante sobre su sentido. Es posible que no encontremos un único motivo, como le sucedía a Doménico Laffi, que justificaba su peregrinación diciendo que la hacía “movido no se si más por la natural inclinación del genio que me somete a la curiosidad de ver cosas nuevas o por el espíritu de piedad hacia el glorioso Apóstol Santiago”, tanto una como otra razón pueden ser válidas y lo más fácil es que de las dos participemos.

Nuestra forma de acercarnos a Compostela, a medias entre el “viaje” y la “peregrinación” es quizás demasiado cómoda, pero casi todos habremos tenido ocasión de experimentar momentos duros, de esfuerzos y fatigas parecidos a los que debemos superar en el viaje de la vida.

La fe en el Salvador que el Apóstol nos anunció y nuestros mayores nos transmitieron, puede ser un buen motivo.

La villa de Arzúa comienza a gozar de cierta importancia histórica a partir del comienzo de las peregrinaciones. Situada a mitad de camino entre Palas de Rei y Santiago, es la última población importante que el peregrino encuentra antes de llegar a Compostela..Fue señorío del arzobispado de Santiago, y se la conocía entonces como Vilanova de Arzúa.

La zona es tierra de buenos quesos elaborados con leche de vaca que se comercializan  bajo la denominación de origen de “Arzúa-Ulloa”.

El queso es de textura blanda y mantecoso. Se presenta en piezas que suelen pesar alrededor de un kilo, de forma cilíndrica. Debido a su peculiar forma, también se le conoce como de “tetina” o “periña”. Cuando después de pasar aproximadamente un año, el queso ya está curado, se hace más duro y se denomina de “nabiza”. La “Festa do queixo” se celebra en Arzúa el primer domingo de marzo.

Hasta hace poco tiempo, a la salida de Ferreiros,  un pequeño conjunto de casas típicas entre las que serpentea  el sendero, había que pasar  a modo de puente, bajo un precioso hórreo que se levantaba en medio del camino. Desgraciadamente hoy ha desaparecido este viejo testimonio de la ancestral arquitectura  de la zona.

Empalme  es un poblado moderno, surgido en el alto poco antes de llegar al pueblo de Santa Irene. Esta  localidad fue en otro tiempo sede del ayuntamiento de O Pino. A la vera del camino encontramos la capilla dedicada  a la mártir portuguesa que da nombre al pueblo y que data del siglo XVIII.

Arca es en la actualidad la pequeña capital del concejo de O Pino. La zona también es conocida como Pedrouzo. Estamos en la antesala de Santiago. Aquí se encuentra el último albergue del camino, antes de llegar al del Monte del Gozo.