Mieres del Camino-Oviedo

La villa de Mieres creció en sus primeros tiempos arrimada a la montaña, para protegerse de las avenidas del río. Fue siempre lugar de paso obligado en la ruta de comunicación de la zona central de Asturias con las tierras leonesas. De esta condición le viene el sobrenombre “del Camino”. Aquí se situaba uno de los portazgos, cuyas rentas pertenecían al obispo de Oviedo y más tarde al cabildo de la catedral.

En el año 1383, el puente que cruzaba el río Caudal, fue destruido por una gran avenida, por lo que “han de pasar los romeros que van a Santiago e otras personas por el rio e perescen en el dicho río por mengua de non estar adobada e reparada la dicha puente”. Para contribuir a su reparación, se impuso un peaje de “dos dineros” a las bestias mayores y uno a las menores.

El templo parroquial, dedicado a San Juan Bautista, se inauguró en junio de 1931, en el mismo lugar en el que había estado la vieja iglesia hasta el año 1927.

Su gran desarrollo industrial y minero comenzó en los años centrales del siglo XIX, cuando empezaron a explotarse las primeras minas de carbón y mercurio. En 1879 Numa Guilhou crea la Sociedad Fábrica de Mieres, que sería su principal empresa.

En Rebollada hubo una leprosería. Poco más arriba,  en el lugar de Copián, el gran impulsor de la peregrinación a El Salvador, que fue Alfonso VI, mandó levantar en el año 1103 un hospital, para ayuda de los peregrinos que por aquellos ásperos parajes transitaban.

Padrún, alto del pequeño puerto que marca la divisoria entre los concejos de Mieres y Oviedo.

En Olloniego, la parroquia lleva la advocación de San Pelayo, el joven gallego que sufrió martirio en Córdoba en el año 925 y cuyos restos fueron trasladados primero a León y más tarde a Oviedo, donde se veneran el  Monasterio de Benedictinas de San Pelayo.

El puente medieval  sobre el que se cruzaba el río Nalón hasta la gran avenida del año 1676, que cambió su curso,  está datado en el siglo XIII. La circular torre de Muñiz, se levantó en el siglo XIV y el conjunto palacial de los Bernaldo de Quirós, entre  los siglos XVI y XVIII.

Pueden verse también varias obras civiles relacionadas con la apertura de la Carretera de Castilla, construida en los años finales del XVIII y primeros del XIX, bajo el impulso de los ilustrados asturianos Jovellanos y Campomanes: a la entrada del pueblo, bonita fuente barroca (1775)conocida como “fuente de los llocos”; a la salida, puente sobre el río Nalón sobre el que todavía actualmente discurre la carretera (1780); nada más cruzarlo, Oficina del Portazgo, y pocos metros más adelante Mojón Leguario, que señala con 1 y 1/2 leguas la distancia a Oviedo.

El Monsacro se divisa, recortado sobre la Sierra del Aramo cuando se camina por los lugares deVenta del Aire y San Miguel. En una de las dos capillas que hay en su cima permaneció, según la tradición, recogida el Arca Santa, en la que desde Jerusalén y Toledo, habían llegado las veneradas reliquias, antes de que Alfonso El Casto la trasladase a la Capilla de San Miguel que él construyó junto a su Basílica de El Salvador.

La parroquia de Santiago de La Manjoya, cuyo nombre proviene de la voz “monjoi” (mi gozo) que los peregrinos, en gran número franceses empleaban para celebrar la proximidad del fin de su viaje, sería el “Monte del Gozo” de la peregrinación a El Salvador.